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Predisposición para morir

Me postro ante la infinita sabiduría de los forenses que han escrito el informe final de las causas de la muerte de Juan Andrés Benítez, el empresario barcelonés que falleció tras «ser reducido por los Mossos» como se ha presentado en la mayoría de las informaciones periodísticas.  De lo que he leído en la prensa –que puede ser tendencioso, pos supuesto–, se deduce que el vecino del Raval tenía demasiadas razones para morir.

Hasta yo, que soy una negada para la ciencia médica, puedo establecer una concatenación de causas  y efectos hasta llegar a escribir un informe impecable de un caso como el que sigue: un individuo se cae desde un quinto piso, pongamos por caso, pero después de sesudos análisis llego a la conclusión de que hay que tener en cuenta que el individuo en cuestión  había tomado una copa de coñac, que padecía vértigo y además que alguien le empujó sin darse cuenta. Todos ellos, y sin que pueda establecerse el orden de importancia de los sucesivos factores, provocaron la muerte de alguien que ya tenía predisposición para morirse. Acabáramos.

De unas personas que tienen  una formación científica y médica notable se espera que al menos sean capaces de responder a estas preguntas: ¿Si los Mossos no hubieran golpeado a Benítez habría muerto? ¿El consumo de cocaína previo era suficiente como para acarrearle la muerte? ¿Las arritmias cardíacas hubiesen acabado con su vida por sí solas?  ¿La ira o el enfado que  pudiera llevar antes de toparse con los Mossos era letal? ¿De no haberse visto envuelto en el incidente con  éstos hubiese fallecido?

Un informe forense debería, creo yo, poder establecer el orden de prevalencia de las causas de la muerte y su mayor o menor importancia en el desenlace. Porque para llegar a afirmar que “la defunción se debió a una dolencia cardíaca, los golpes y la droga” no hace falta pasarse cinco o seis años en una Facultad de medicina. Y si encima se  redondea la frase con que todos estos elementos “desencadenaron la muerte de una persona con predisposición” pues estamos aviados. ¿Quien de nosotros no tiene predisposición para morir? Me lo explique.

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