Después de casi dos años de haber vivido de alquiler, vuelvo a mi antiguo hogar, Eva devuelve la costilla, no por mi voluntad, sino porque me han desahuciado del blog con el que colaboraba en Público.es. Me gustaba escribir una columna semanal bajo el título genérico de Cuarto y mitad, pero se ve que mis reflexiones no han sido suficientemente interesantes o valiosas para este diario, porque sin darme demasiadas explicaciones han decidido prescindir de mi colaboración.
No ocultaré que me siento desilusionada, pues creía que la cita semanal con la audiencia de Público era muy bien valorada a juzgar por los comentarios que me llegaban, tanto a Twitter como a Facebook. Nunca tuve retroalimentación por parte del diario de si la columna era bien o mal recibida, pero siempre las escribí con la ilusión y la esperanza de ofrecer reflexiones que pudieran ayudar a quienes me leyeran a formarse un juicio razonado de los diferentes asuntos de actualidad, especialmente el relacionado con la situación de las mujeres, que es el tema que me ha motivado y me continuará motivando hasta el último aliento. O hasta que me cierren el blog.
Ahora toca ser trans y estar en esta onda si no quieres verte reducida al ostracismo, ser tildada de tránsfoba y reaccionaria. Los postulados del feminismo clásico, según dicen, están emparentados casi con los planteamientos de Vox. Pues vale, ellos ganan. Que se aprueben leyes de autodeterminación de género como la aprobada en Canarias por unanimidad, en bloque, sin la menor discrepancia.
Una de dos: o todos creen honestamente que el sexo biológico no importa, que no existe y que cada uno puede autoidentificarse como quiera, o bien les parece que aprobar esto es una cuestión menor, peccata minuta, una irrelevancia que no va a tener consecuencias y quedas estupendamente de cara a la galería. La verdad es que tiendo a pensar que es esto segundo lo que sucede, que en realidad no les importa la enjundia del tema, que les da igual el impacto que tenga en la vida cotidiana, que no tienen ni idea de lo que representa; remar a favor de la corriente dominante es mucho más fácil y no les crea ningún problema. ¿Desagregar los datos por sexos, para qué, por ejemplo, como pide una profesora de Alicante? Mejor no, y así eliminamos de un plumazo la desigualdad, como están a punto de hacer en Argentina. Me comentan que incluso ya están rechazando textos en revistas porque desagregar los datos por sexo es transfobia.
¿Para qué va a perder nadie cinco minutos en pensar exactamente qué quiere decir la autodeterminación de sexo? ¿Para qué vamos a pensar en cómo se podrá perseguir el fraude si la elección de sexo solo depende de la voluntad del individuo? ¿Por qué nos vamos a preocupar de que no haya que acreditar ninguna condición ni circunstancia para cambiar el sexo registral si nadie lo va a hacer por capricho? Confiemos en la buena voluntad de los trans, porque en este país no hay nadie que defraude a hacienda, que cobre en negro, que intente aprovecharse de los resquicios legales, que intente pagar menos impuestos de los que debe; nadie se va a cambiar de sexo para aprovecharse de ciertas ventajas, en qué cabeza cabe. Sin embargo, el asesino de Vanesa Santana, Jonathan Robaina, no ha dudado en reclamar que le llamen Lorena una semana después de aprobada la Ley Trans Canaria si eso le sirve para mejorar su situación procesal. Pero claro, #EstoNoIbaAPasar porque en este país todos somos muy buenos, cumplimos las leyes a rajatabla y nadie se aprovecha de las grietas del sistema.
En fin, que con su pan se lo coman. Seguiré escribiendo lo que pienso en otros medios o en este blog, mientras me lo permitan y el cuerpo aguante. Algún día, quizá dentro de cinco, diez, quince o cien años alguien rescatará lo que las feministas defendíamos y las reflexiones que hacíamos, y los argumentos que dábamos, y no tendrán más remedio que darnos la razón. El emperador está desnudo, y nadie nos va a hacer creer que lleva un espléndido vestido cuando es más que evidente que se le ven las pelotas.
Y lo siguiente que veremos será la autodeterminación de discapacidades o que la discpacidad no existe. Al tiempo, que ahi está la teoria crip.
Mucho ánimo, Juana. Estamos en medio de un delirio colectivo y las feministas sólo nos tenemos a nosotras. Como dices, algún día alguien comprenderá que había algo de lucidez entre todo este caos. Hasta entonces, sólo nos queda apoyarnos entre nosotras. Un abrazo, y mis mejores deseos de que puedas escribir pronto en un lugar donde se te valore más que en Público.es.
Todo mi apoyo Juana, la lucha es dura pero aunque nos ganen en las batallas la guerra no la perderemos.
Lo siento por las mujeres y niñas que sufran las consecuencias.
Begoña Carbajo
Bravísimo, Juana, estupendamente escrito tu artículo. Que si nos botan por la puerta trasera entramos por la ventana, por el tejado, por donde se pueda. NO NOS CALLARÁN. Estupenda tu sesión de la Escuela Feminista de Coslada, la seguí con sumo interés. Recibe un abrazo desde México.
Totalmente de acuerdo contigo y de paso, comunicarte mi baja en la suscripción a Público, como mi forma de decir que su pan se lo coman. Ánimo y aquí te leeremos
Muchos ánimos Juana. Las feministas estamos contigo. Y luchamos juntas.
Están desatados, no nos pasan ni una y parece que ahora ya sí que estamos solas. Ánimo Juana.
Tienes todo mi apoyo. Escribes bien y tu pluma es necesaria para cambiar la conciencia social sobre los temas de género. No te canses, te necesitamos todas!