Hasta yo, que soy una nulidad en materia de deporte, me he enterado de que las mujeres (46% de las participantes) han sido las que han salvado la cara en las últimas Olimpiadas de Londres, al menos para España. 11 de un total de 17 medallas (64,7%) han sido conseguidas por deportistas mujeres, y eso sin contar las obtenidas en los Juegos Paralímpicos celebrados inmediatamente después, con esa increíble nadadora aragonesa que ha igualado a Phelps en número de medallas pero cuyo nombre apenas si puedo recordar. De vuelta a la normalidad veo que el 95%, por no decir el 100% de la información deportiva habla de deportistas varones. Del deporte femenino parece que sólo interesan los motivos extradeportivos: los enfrentamientos en la sincronizada con motivo de la destitución de Anna Tarrés, las diferencias entre Mireia Belmonte y su club, o informaciones secundarias o anecdótica, una Serena Willians que dice que no encuentra novio, una Mayte Martínez que se retira por las lesiones. Información lo que se dice seguimiento informativo de los deportes que brillaron en Londres, ni rastro. Y ya sabemos que lo que no sale en los medios no existe. Esas mujeres que tanta dedicación, esfuerzo y tesón demostraron para conseguir sus medallas merecen un poco más de atención mediática aparte de alentar el morbo con sus rencillas. El seguimiento periodístico es fundamental para popularizar los deportes, para conseguir aficionados, para que la gente conozca a los y las practicantes, para obtener patrocinio y financiación. Si no hay un seguimiento continuado el personal se olvida de esas deportistas que luego, cuatro años después, harán vibrar de emoción a los espectadores, muchos de los cuales quedarán decepcionados si vuelven sin medallas que hagan engordar el ego del país. Las medallas para quien se las trabaja, afirmo desde aquí. Si yo fuera una de esas mujeres que entrenan horas y horas, sin apoyo mediático, sin casi apoyo económico, en el más absoluto anonimato y sin popularidad, cuando estuviera en el pódium a punto de recibir mi medalla… haría un corte de mangas justo en el momento en que sonara el himno nacional. Quizá así los medios de comunicación se darían por enterados de que otros deportes también existen (y las mujeres y hombres que los practican) y quizá dejaran de ofrecer el estomagante menú de cada día: de primero fútbol, de segundo fútbol y de postre…balompié.
Saludos Juana, he descubierto tu blog y con tu permiso lo he añadido a la blogosfera feminista de Mujeres en Red. Un beso
Muchas gracias, Montse, me parece muy bien que me añadas a Mujeres en Red. Espero que todo te vaya bien. Un abrazo. Juana.